Me encanta salir y ver el sol,
el silencio lleno de ruidos,
y la luz abrazándome que dice:
Aún estamos vivos.
Voy a enredarte en mis sábanas,
sin piedad, con miradas;
para atrapar tu olor,
y conquistarte beso a beso,
con valor, y sin bragas;
atrapados en el edredón,
todo hoy, todo mañana.
Respirar.
Colocar el tapón,
muy caliente, abrir el grifo
sin escatimar en jabón,
empezar a llorar.
-¿Qué necesitas?
-Aprieta mi piel.
¿Cómo sobrevivo?
sólo sigo nadando en el fuego,
¿Cómo me aclimato sin «lo bueno»?
evito respirar el aire enfermo,
no me aclimato, me aclimuero.
Aunque esté enrrabietada,
cansada y en pijama,
si me dices de verte
te juro que voy y…
te veo te beso.
Me gusta meterme en la cama cuando está hecha,
y las buenas noches,
no puedo dormir sin unas buenas Buenas Noches.
Había olvidado la luz de domingo,
despertarme llena de paz, aquí,
sin culpa ni tareas pendientes.
Planear un día vacío para dármelo, a ti,
y escribir,bailar, sentir…
no, sólo vivir en el día,
disfrutar las luces de todo el domingo.
Me quedo a oscuras y espero
que pase un tiempo que no tengo,
se apaga la luz y siento,
es mentira, no siento, pero lo intento.
Estoy asustada, petrificada, aterrorizada,
y sólo quiero que me digas
mirándome a los ojos,
llenos de lágrimas:
– Lo sé, es difícil, pero puedes hacerlo
Como un Ferrero Rocher,
un montón de capas,
y al final, decepcionante.
Me pongo máscara de pestañas
porque me siento más guapa,
me hace sentirme valiente,
me da fuerza, siguiente.
ESTE MES LLENO DE ILUSIÓN SE ACABA,
CON LOS QUE VIENEN NO SE QUE PASARÁ,
ESPERO QUE LAS LETRAS, COMO LIANAS,
NOS PERMITAN SENTIRNOS CERCA MAÑANA.
Buscamos locos en lugares ridículos, respuestas,
Usamos sin-sentidos para apretar nuestra cuerda,
Retorcemos los pensamiento hasta que se adueñan,
Restamos importancia como ahogados en bañeras,
Oramos siempre por la nueva …¿Mejor? buena.
Estaba sentada en el escalón,
has salido por el ruido de platos,
frente a mi, tus zapatos,
me has acariciado y te he mirado,
pensaba que no volverí a verme en ti,
dejo de mirar un segundo, ya no estás,
corro tras de ti sin saber a dónde voy,
una zancada más, desaparezco, me despierto.
Tráete
el caballete,
pon azulete,
un zoquete,
pinta siete,
usa carrete,
no malinterpretes,
sólo vente.
Hoy quiero esconderme en la CUEVA
llegar a casa y perderme en la niebla,
hoy prefiero no sentir nada de pena.
Hoy quiero sentarme en tu sofá,
conn tus recuerdos sabor a infancia,
oírte cacharrear y quedarme a cenar.
Hoy quiero el calor de la chimenea,
comer polvorones hasta reventar,
hoy prefiero el repicar del fuego
indicando que nada está mal.
Si me olvido de respirar
dame un toque de atención,
recuérdame como INHALAR,
como es el sabor del sol,
trae a mi mente la brisa,
acariciame con tu risa,
atrápame en el espiral
que desprende tu/mi paz.
Huele a humedad en la vieja librería,
los cuentos se mezclan en el aire,
la lluvia salpica los cristales,
el librero anota las cuantías.
Una muchacha entre las estanterías
acaricia los lomos, como en un baile,
se ensueña incluso con los males
que atañen a sus personajes.
De pronto un estruendo, un trueno,
el agua inunda el suelo,
los bajos mojados, las historias gritan,
se diluyen entre tintas.
Un bolsillo con SOLAPA
con un imperdible de plata,
en la mano una flor,
lee un libro al sol,
esperando está a su dama,
pero ella, hoy, no llegó.
La luna le atrapó en la noche,
como el viento a un alimoche,
cubierto de escarcha se murió.
Llega ella con el alba,
bien vestida, perfumada,
con frío en el corazón,
pues solo queda una flor
y un imperdible de plata,
colocado en la solapa
de la persona que la amo.
En un RANCHO de mariquitas
me perdí tus lunares,
nos cruzamos y descuidamos
cómo vagabundos de martes,
en un poema, nuestros futuros
se disuelven como si fueran sales;
desando cada paso y, espero
buscarnos, re-montar las partes.
Por tu franqueza desenfadada,
tu voz que transmite calma,
esos abrazos que curan la rabia,
sólo para saborear tu mirada.
Si tu me pides la luna
remuevo la oscuridad y la encuentro,
si necesitas sentir más calor
te traigo POTAJE del mismo infierno,
sea cual sea tu petición…alguna,
lo hago, lo consigo o te lo invento.
SUPONGO que es difícil perder el olvido,
deshacer los recuerdos en mi cerebro roido,
reanudar el camino que enseñaba tu ombligo.
SUPONGO que es difícil perderme en tu olvido,
en las palabras risueñas que inventan lo vivido,
las letras que reescriben el futuro contigo.
SUPONGO que es sencillo olvidar lo perdido.
Te conecta al presente un aroma,
te recuerda como huele un hogar,
disuelve la BAHORRINA de la vida,
cómo se deshace una bobina,
de emociones, atrapadas en riñas;
en algún momento dejas de tirar,
el nudo dejas de apretar,
la calma comienza a llegar
para por fin, en el ahora, estar.
En un instante, rozar tu piel,
cual PARÁSITO sin hogar, querer,
vivir en ella para siempre;
conocer cada milímetro que te envuelve
en cada constelación de lunares, orientarme,
para llegar hasta tus aventuras,
despierta, sin tener que preguntarte.
Soledad
por y para nada,
cuidar
por y para todo,
TREPANAR
sólo para vaciar.
¿Sabes que siento?
El paso del tiempo,
se escapa como siempre y te…
ahoga.
¿Para qué inventamos está tensión?
¿Sabes que siento?
Mal, sin ganas de caminar
otra vez te tienes que levantar.
¿Y la fuerza BIZARRA dónde quedará?
¿Sabes que siento?
La vida, y hay días que no quieres más.
¿Dónde hay que apretar para poder pausar?
A veces también estoy OFUSCADA,
no diferencio que es tuyo y que es mío,
perdona;
hoy no tenía ganas,
pero me levanto de mañana
y sigo,
vivo.
Unas manos expertas e inquietas,
una mente joven e intrépida,
grandes ojos, ajustes mientras,
garabatos grises sobre la mesa.
-Aprieta esas tuercas,
los tornillos no pierdas,
coloca el siguiente motor,
de pronto un apagón…
-¿Ahora FUNCIONA? Presiona el botón.
Segundos nerviosos sin solución,
lo que importa es el tesón.
Aguántame un poco más
está paz,
mantén otro rato el mar
en calma,
sonríeme desde el otro lado
del sofá,
sujétame mientras me levanto.
OJALÁ.
Un sin sentido de camino
donde el recuerdo devora la razón,
para al final del camino, en un suspiro
decidirse con valor.
La vía FÉRREA de Japón
atraviesa almendros en flor,
y entre los pétalos al viento
ellos se dicen adiós
En el HUECO de tu clavícula
me perdería toda la noche,
con las sombras de la luna
reflejadas en tus broches,
se deshacen en la penumbra
y se pierden entre roces.
Para tener una buena relación
hay que crecer despacito,
empieza por un buen SOFRITO
y no te pases de calor.
Con el ajo bien dorado
puedes subir de escalón,
pon tu carne…
no te pases de sazón.
De la empatía no te olvides,
remuevelo con amor,
no lo quemes, no lo arruines
o dile a la comida adiós.
Sin saber cómo había sucedido
de pronto en el suelo el CASQUILLO.
Surgió la duda de si seguiría vivo,
sin luz… sólo sentía mi vida pasar.
Y como si fuera un estúpido libro
quise avanzar rápido, leer el final,
no es sorpresa que el destino
me hiciera tener que esperar.
Mientras tanto mi escritor se cierne,
asustado sin saber cómo continuar,
me debate entre la vida y la muerte,
por diversión me escribe calamidad.
En bosques se escondía la casa,
suelos de madera y chimenea,
el aire frío de mar y montaña,
el olor dulce de otoño y canela.
Al anochecer suspiros de chocolate
abren el alma sin adueñarse,
risas desbordadas para el debate
¿VERSOS o prosa para arrimarse?
Un saludo, miradas, palabras,
una ayuda, flores, una calada,
paseos, los postre, esas charlas,
sonrisas, abrazos: la calma;
mientras el mundo no pare de girar
no nos dejemos nunca de MIMAR.
De pronto oigo un susurro,
una voz pequeña que se acerca,
cada vez está más cerca
me resulta familiar.
Tras un instante me acurruco,
lo escucho entre las hierbas,
está al lado, ya me alienta,
me invita a disparar.
¿Qué es ese ritmo que se impone
que me llama en el desorden?
Es tu menos es mi mas.
Son tus palabras saladas
que sedientas en mi mirada
VOCIFERAN sin parar.
Al pan PAN y al vino vino,
este año estamos jodidos.
Las cosas claras y el chocolate espeso,
¿dónde nos quedan todos nuestros besos?
Blanco y en botella,
con galletas para mojar,
esta historia se va a acabar.
En caso de necesidad habrá que CERCENAR la sección,
tenemos que asegurarnos,evitar pronto la infección;
no sé qué dicen los expertos
pero creo que hay que cortar,
así los arañazos y uñeros te vas a evitar.
Enrredo mis dedos en el sentimiento,
cierro los ojos para dejarme soñar,
buceo en las letras sin ningún flaqueo,
y cuando parece que voy a despertar…
me agarro a la BRUMA,
me inunda la vida,
la poesía viene del mar.
Estoy a un PELLIZCO de despertar,
¿para bien o para mal?
en un instante te cambia el mundo
¿para bien o para mal?
sea como sea voy a luchar…
¿para qué, y qué más?
para mí, para dejarme volar.
Hay muchos tipos de desubicado,
por una vez se siente realista;
esta vuelta al mundo sabe a desconocido,
desconocido y viejo, idiota y desmedido;
el atisbo del final ha desaparecido,
el alcohol impregna la calle de ruido
y la no-rmalidad mastica cada domingo.
Hoy me han regalado un abrazo,
venía en una carta del pasado,
¡qué cosa tan tonta, que buen acabado!
hoy he recibido un abrazo;
en sobre amarillo, apenas doblado
unos brazos de un cuadro,
por los derechos de los humanos.
Hoy he sentido su abrazo.
En días como hoy …
desearía la certeza de un cielo,
removería el mundo para oler tu humo,
caminaría meses por escuchar tu silencio.
En días como hoy desearía tu cielo. No.
Anhelo tu presencia
y solo queda tu recuerdo.
Yo, mi, me, conmigo;
pero te echo de menos.
Yo,mi, me, contigo;
quiero más abrazos.
Yo, mi, nos, contigo;
no cabemos en estos versos,pero
Tú y yo,conmigo, contigo
somos poesía.
Quiero huir
a ese sitio que es…
el regazo de una madre,
con caricias enredadas en el pelo,
donde la seguridad, por fin, existe.
Domingos,
esos días vacíos
en los que se te escapa la bestia.
Escapé, rápida como una estela
y ahora estoy aquí echando de menos.
Vosotros sois los valientes.
Los pelos de punta, solo de pensar,
todo el trabajo, el esfuerzo y el amor.
Inspiración humana.
Vosotros sois los valientes.
Hoy me siento cansada
me pesa el traje de valiente
no saber sobre el mañana
¿sobrevivirá mi mente?
De pronto un sentimiento enorme me ha inundado;
¿sabes que ha sido?
esa brisa de montaña con olor a verano
con el irremediable deseo de correr hacia ti, abrazarte,
tu gritando, riendo hasta descuajaringarte.
Querida Yo:
te echo de menos,
vuelve cuando estés lista.
No escucho la lluvia,
la veo a través de la ventana y
no soy capaz de percibir ningún sonido.
¿tú escuchas tu lluvia?
imaginamos ese ruido golpeando y
todo el tiempo hemos estado sordos de ruido.
No hay sonido de lluvia,
sólo existe su meloso murmullo
hablando despacito con nuestro mundo.
Aquí la nieve es más bonita
parece una película muda,
las ardillas hablan, los patos se desnudan.
Aún hay árboles vacíos,
duermo con la nariz inundada en frío.
Aquí todo me sorprende
quiero ver la magia
en cada reflejo,
reviso el cielo
y me sorprendo:
-¡tenemos el mismo cielo!
PALANCA
atrapada,
forzada
la zancada,
en la franja
embarrada,
que salta
la rana.
¿En tiempos del Joker
cómo te gustan las BROMAS?
¿Estilo cruel realidad
o amable soledad?
¿En tiempos del Joker
cómo te gustan las risas?
¿Con muchos dientes y maldad
o sonrisas de oscuridad?
En tiempos del Joker
ciudades que no hagan llorar.
Aún huelo tus CENIZAS,
del cigarro olvidado
humeante de sueños fugaces,
relleno de amores reales.
CENIZA amanecer, CENIZA envejecer,
CENIZA enviciada, CENIZA apagada.
Relees tu carta del futuro,
te escribes sobre el éxito
adyacente,
resueñas tu vida,
anhelas la salida
cuando la LÁPIDA presente
en el camino te embebe.
Los días sin placer no tienen gloria,
arrastra los pies hasta la próxima semana
pide algo de suerte aunque sea irrisoria,
despierta en las próximas campanas
para vivir tal vez,
para morir sin ver.
¿Sabes por qué estoy triste?
Por que esta falsa buena suerte
me ha escupido de vuelta al pasado,
¿y cómo gestionar el pato
si esta opción no es la B ni la C?
conformate con el plan Z.
El mar se abrió en azul
y dejó paso a la brisa
que sondeó las olas alrededor
y meció el barco hasta los sueños.
Las olas revolcándote en las piedras,
un regusto salado en toda tu cara,
el ruido de las risas en la orilla,
aroma a chocolate en cada esquina.
La casa parece viva
no hay restos de la muerte,
quizá ahora vuelven
y desde la calle me silban.
Lo más precioso de ayer
la Vila a la luz de la lluvia,
los relámpagos parpadean
para iluminar el mar,
por primera vez veo
el color de este lugar,
los ecos de la infancia siento
llenos de risas en una plaza,
llenos de brisa y sueños,
de escondites y de abuelos.
Hoy he vuelto a tener siete años,
he escuchado el eco de nuestras risas en los pasillos,
he gritado tu nombre con temor y ganas de encontrarte,
hemos tocado y olido cada delicia
para sentir juntas el paso de los años.
Este olor a lluvia
me llena de paz,
aunque sea sólo
por unos segundos.
Juntas unas cuantas palabras
disuelve la emoción,
rimas un par de consonantes
vuelves a ver tu habitación,
la pesadilla desaparece
le robo una noche a la medicación.
Pasan los días y el vacío se hace inmenso,
y sólo quiero escuchar tu voz
para entender lo que pienso,
esas palabras que saben que decir, veloz
que dicen que todo está bien,
y que estaré aún mejor.
Aunque las nubes no te dejen ver los deseos,
aunque no diferencie el fondo de los brillos,
las estrellas siguen ahí, por encima de las nubes
atravesando el cielo, concediendo deseos.
– ¿y ahora qué hacemos?- pregunto mirando el irremediable problema.
– Es evidente, tendrás que trepar.
Vuelvo a mirar.- Es evidente- pienso mientras encuentro la solución por la puerta de atrás.
¿Qué es el amor?
«-El amor es que no saque tus tazas bonitas a los invitados descuidados»
Me encanta esa sensación de atardecer,
cuando los pájaros cantan y el sol te abraza,
cuando te sueltas la coleta y el pelo roza tu espalda,
esa luz que acaba el día y te invita a volver a casa.
XLVI
Y lo mejor de lo humano,
lo mejor de la música,
lo peor y lo mejor es ese silencio,
silencio mágico que rellena los oídos,
esa nota sorda que no existe,
el eco de la memoria,
el aura del mañana.
XLV
Como una cuerda resuena contra otra cuerda,
como una caja vibra llena de aire,
como unos ojos que se cierran,
y sólo sienten,
como la palabra «amar» significa música.
XLIV
Me gustan las calles que huelen a música,
notar el pulso de mi diafragma
que me palpita el alma,
el sol, como un brillo
se escurre entre mis tobillos.
La velocidad, la risa y la sorpresa,
se encuentran en el jazz,
y ni siquiera se besan.
XLIII
Parece un terreno de mares enjaulados,
parece un mundo subaéreo abandonado,
Perece, pero no veo, necesito mas aumento
XLII
La palabra debe de ser pánico;
miedo inconmensurable a estar vivo.
Paz es cuando la mente se te llena de vacío,
es esa sensación que te inunda el pecho de oxígeno,
es cuando surgen los pasos y la música se te escurre del bolsillo,
la paz es emoción , te llena el alma, te invita a descansar pleno.
Placer es, atarse el pelo alto
de todas las preocupaciones del día,
y comer chocolate, por supuesto,
oscuro, blanco, caliente o en forma fría.
XXXIX
A veces la piel parece infinita,
como el desierto,
eterna extensión de arena y poros,
vacía de todo, rellena de nada,
viva y muerta al mismo tiempo,
pero RESPIRA
Cuando ella baila,
a mí, se me apaga el mundo.
Las sombras se vuelven bultos
los objetos, un absurdo,
solo brilla su presencia
te inunda de inocencia.
Y con cada movimiento
te enseña lo que piensa,
vives su pensamiento
para entender en un momento
que la emoción es viento:
sopla, te roza y lo sientes
lo atrapas, lo vives, se escapa.
Y con solo alzar las manos
la emoción te traslada,
cuando ella baila, se apaga el mundo,
cuando ella baila, te llena el alma.
La clave es el modo en el que lo vives,
cuando alguien tira un chicle al suelo
y lo piso,
lo vivo de mala ostia.
Me esfuerzo en moldear la bola de tierra,
la redondeo con mis manos y paciencia,
la compacto con agua y arena.
A veces me parece casi perfecta,
la admiro durante unos segundos
sin querer se me rompe sin fuerza,
se desmenuza y escurre toda la arena.
Hago bolas de vida, bolas de arena.
Sonarte los mocos con tu poesía…
¿es tocar fondo?
Sonarte los mocos con tus palabras…
¿es tirar tu trabajo?
Sonarte los mocos con tus rimas…
Es sólo que te has equivocado.
No sé si lo has vivido,
o lo has sentido en nuestros ojos,
no sé qué opción es mejor,
pero cuando pasa el tiempo
todas las tareas y cambios sentidos
no parecen hacer efecto.
Luchar contra ti es cansado,
estoy perdida entre caminos
-¿Qué personalidad es la guía?
no puedes decidir, no puedes encontrarlo,
– ¡Lucha contra ti, evita la inercia!
– ¿Hasta dónde?¿Hasta cuándo?
Querido amigo,
lo he estado pensando
y quiero darte un consejo,
sientes que no es suficiente,
que no te rellena el tiempo,
¿Existe algo más evidente
y te bloquea el miedo?
Salta al vacío,
atrévete, te lo prometo
merecerá la pena
por como te roza el viento.
Esta tarde aún queda luz,
me conecta directamente
nubes blancas en el cielo azul,
desayunos inquietos de ovejas,
con rozaduras de botas,
los bolsillos del peto llenos de piedras,
manos de cortar juncos y flores,
que me recuerdan tu sonrisa,
saboreo tus miradas.
¡Qué inesperada la tarde!
¿Qué traerá la mañana?
Esta luz que se acaba
me trae esas viejas ganas,
de recoger las lavandas,
de sentirte en nuestra casa.
Ya se acaba la tarde,
el aire huele a tomillo.
Esta noche quiero ir a tumbarme a la arena del desierto,
esta noche quiero sentir abrazándome la arena templada,
quiero quedarme dormida mecida en el viento,
sólo quiero que la paz se me llene de alma.
Bendito olor a lluvia
que te devuelve a la vida.
Bendita sinapsis neuronal
que te recuerda respirar
cuando no te queda más.
Benditos detalles olvidados,
te escupen la realidad
a la cara, y
te mantienen en ella
mientras te retiras sus babas.
XXIX
– ¡A mí la calma!
que me produce placer-
Gritan los soldados viendo la que les espera .
-¡A mí el miedo!
para encontrarme a satisfacción-
Relincha caballería lanzándose a la carnicería.
– ¡A mí la vida!-
Grito desde el exterior
-que ya he perdido la concentración
y no puedo seguir perdiéndome la risa.
-¿De qué color son tus emociones?
-Tengo una buena colección de grises
Y eso que me muevo en blancos y negros,
tengo algunos azules tristes
pero los marinos me son profundos,
la alegría se mezcla con la calma
entre los amarillos y los verdes
veo trigo, arena y nieve.
Pero si abro los ojos se desvanecen.
XXVII
Las gotas vaporizadas resbalan hacia tu espalda,
es el agua caliente que conecta cuerpo y alma,
empañan mi pelo, el humo te atrapa
para en unos minutos mojar la almohada.
XXVI
A veces la poesía se entremezcla con la utopía,
a veces es disonante la música de la vida,
los logros son los sueños de pasados días.
XXV
Qué sensación más divina,
qué sensación más humana,
cuando el metro te regala
música para el alma.
XXIV
Y después de tanto tiempo suenan las campanas,
unas campanas infinitas que no sonarán mañana.
¿Es que percibes nuevos sonidos o es que imaginas nuevos fantasmas?
Es el futuro llegando o el pasado que se escapa, no te sé decir
XXIII
A veces le veo,
sube al autobús cuando vuelvo tarde a casa,
lee el periódico frente a mi
me muevo intentando captar su atención en mi asiento.
Luego recuerdo que está muerto.
A veces le echo de menos.
En esta noche de luces, en esta luna con sangre
escribo mi esquela de vida, escribo mi vida imaginada:
A «mi», ser humano y sobretodo persona,
a «mi» conocida de muchos, amiga de pocos,
te recordaremos en cada detalle impreciso, en cada baile desacompasado,
en las porciones de tarta, en la sonrisa del brillo de las pestañas.
Roguemos por el placer del tiempo, el disfrute de la nada,
la sensación más humana de las risas y de cada una de las palabras.
XXI
Ni llantos ni muertos, hoy es fiesta,
cuestión de prioridades.
Ni preparaciones ni número de comensales, hoy es fiesta,
cuestión de prioridades.
Explicaciones y excusas, oídos sordos, preocupaciones; hoy es fiesta.
C
uestión de prioridades
XX
Y de pronto me veo los pies
sin esmalte, sin recuerdos
de aquel raro anochecer,
de aquella fiesta en negro.
Y no viste el festín,
ni las fotos, a la reina…
ni el esmalte de color
que me recuerda a tus huesos.
XIX
Se desliza en la sala el sonido,
me recorre un escalofrío,
De punta el pelo al escuchar
las primeras voces alzar.
La luz baila en el mar
de personas, de fans,
y de pronto como dioses bajando al mundo terrenal,
rozan las manos de los desidentes,
las voces se mezclan como una señal
que perdura en tu eternidad.
Y en esos bajos rotos
colgando del pantalón,
las últimas hojas de otoño
se caen al escalón.
Versos por golondrinas 